lunes, 13 de agosto de 2007

Decoración en la mesa. Decorar con gusto. Engalanar la mesa. Estilo y elegancia.

La decoración es el complemento ideal para rematar una elegante puesta de mesa.

Una mesa elegante no es una mesa recargada. Recuerde que un adorno nunca debe ser un estorbo. La regla de oro para decorar una mesa debería ser: no se crean barreras con la decoración. Evite aislar a sus invitados con elementos decorativos demasiado voluminosos.

Calcule el número de invitados y el espacio disponible en las mesas para saber con que espacio cuenta para poder decorar la mesa.
Los candelabros y los centros de mesa, son elementos más utilizados en la decoración.
Las velas de los candelabros deberán ser blancas o de color marfil. En determinadas ocasiones, como Navidad, se permiten velas de color rojo, por ejemplo. Las velas solo deben ponerse en la cenas, y si se encienden, se hace después de que los invitados se han sentado a la mesa. Las velas deberán ser de cera inodora. En la mayoría de los casos las velas y candelabros se utilizan como mera decoración y no se suelen encender.

Si opta por utilizar centros de flores, ya sean naturales o secas, deben ser flores sin perfume, ya que pueden interferir con el aroma de la comida y la bebida. Los centros de flores, tampoco deben tapar a los invitados. Deberá elegir diseños muy bajos, para permitir que los invitados se vean unos frente a otros. Se colocan muy espaciados entre si, pensando en dejar sitio para las bandejas, salseras y otros elementos que necesitemos colocar en la mesa.

Las mesas rectangulares dan más juego para la decoración que las redondas, que admiten un centro de flores nada más.
A parte de los centros de flores (que suelen ser de forma triangular, rectangular o alargados y redondos), se pueden optar por otros elementos decorativos en función del tipo de comida y del sitio. Centros de frutas, o detalles originales como un tronco de árbol hueco y barnizado, pequeños centros de pétalos de flores (por supuesto sin perfumar), cuencos llenos de canicas de colores, etc. Sea original pero con gusto y estilo. Y por supuesto, no se olvide de los otros elementos a combinar: mantelería, vajilla, cristalería y cubertería.

Colocar a los invitados. Estrategia o simple casualidad.
Salvo que se dedique al protocolo y sepa los sistemas más "técnicos" para establecer un orden de colocación, por regla general, los invitados son colocados según las preferencias de los anfitriones. No obstante, hay algunas reglas básicas que deberían tener en cuenta quienes organizan encuentros, aunque sean particulares.
Los anfitriones se suelen sentar enfrentados, o uno a cada lado de la mesa, en los extremos o bien en el centro de la misma (mesas rectangulares o ligeramente ovaladas, generalmente).
A la derecha de la anfitriona debe situar al invitado de mayor rango o invitado de honor. Y de igual forma, a la derecha del anfitrión debe situar al invitado de mayor rango o invitada de honor. Para lograr una mejor "mezcla" de los invitados y una conversación más fluída, las parejas se suelen sentar separadas. No es aconsejable poner a las parejas juntas, salvo razones muy especiales (por ejemplo, que nadie hable el mismo idioma que esta señora o señor, con lo que estará mejor atendida al lado de su pareja).
En el caso, más habitual de lo que parece, que haya más hombres o mujeres, es decir, que no haya un mismo número de personas de ambos sexos, es preferible dejar a dos hombres juntos que a dos mujeres juntas. Simple cortesía, nada más.
Cuando el número de invitados sea grande, puede establecer un orden de colocación por afinidad en conocimientos, gustos, profesiones o cualquier otro criterio que pueda hacer la velada más cordial y agradable. Por supuesto, a enemistades o personas que no se caen demasiado bien, sino ha tenido más remedio que invitarles, lo más alejados posibles.
Si alguien llega con un invitado no esperado, hay que buscarle un sitio, siempre tratando de no descolocar el orden que habían establecido los anfitriones. El "invitado sorpresa" comprenderá, o debería hacerlo, su ubicación especial, si se diera el caso. Los buenos anfitriones siempre suelen estar preparados para estas ocasiones.
La falta de alguno de los invitados puede suplirse retirando su cubierto, y haciendo un ligero desplazamiento del resto de cubiertos, para "cuadrar" el nuevo espacio disponible. Hay anfitriones que optan por no retirar el cubierto. Es una decisión de cada cual.
Para terminar, hay que indicar, que salvo encuentros muy formales, en torno a la mesa, los anfitriones pueden hacer colocaciones, relativamente particulares, en función de su propio criterio, que será, con toda seguridad, para garantizar una velada mucho más agradable a todos sus invitados.

Distribución de invitados.



Una de las funciones más complicadas, sobre todo en determinadas ocasiones, con las que se encuentra un anfitrión es a la de colocar (distribuir) a sus invitados. La disposición de los sitios en la mesa, está regida por unas normas (siendo éstas más sencillas que en el Protocolo ceremonial, donde las precedencias para saber el orden correcto nos complican un poco esta labor).
Toda "colocación" viene regida por el rango o categoría de los invitados. Aunque como en todo hay excepciones, la edad puede ser una de ellos en determinadas ocasiones. Métodos.Existen dos métodos principales para distribuir los invitados en una mesa:
1. Método inglés. Los anfitriones se colocan en las cabeceras de la mesa. Muy utilizado en mesas rectangulares.
2. Método francés. Los anfitriones presiden la mesa colocados en el centro de la misma y enfrentados.
Existen otros tipos de distribución de invitados, pero son derivados de los anteriores y son conocidos como sistemas híbridos. La colocación del anfitrión deber ser siempre mirando a la puerta de entrada o principal. Y enfrente, siempre la anfitriona. Quien preside la mesa nunca debe estar de espaldas a la entrada principal. Si no hay puerta principal, o su situación no es buena, el anfitrión debe situarse frente a la ventana principal. El invitado de más categoría o edad se sienta a la derecha de la anfitriona y la señora invitada de más categoría o edad se sienta a la derecha del anfitrión. La derecha de los anfitriones, es el sitio de mayor importancia en la mesa. En determinadas ocasiones, debido a la importancia del invitado, podemos ceder la presidencia; en este caso nos situaremos a la izquierda del mismo ( y no a la derecha como se podría pensar en un primer momento). Una vez colocados los anfitriones, por cualquiera de los métodos elegidos, y sus respectivas derechas, se irán colocando el resto de invitados a derecha e izquierda de los anfitriones, respectivamente, intercalando mujeres y hombres, hasta terminar con la lista de invitados. Siempre, al confeccionar una lista de invitados se trata de invitar al mismo número de hombres que de mujeres y que los invitados sean pares, pero esto no siempre es así. Si se da el caso, y nos quedan personas a las que no podemos intercalar es mejor dejar a dos hombres juntos que a dos mujeres juntas. A igualdad de rango o categoría, se suele ceder la presidencia de honor al invitado extranjero. También nos ocurre lo mismo con invitados mayores, que se cede al de mayor edad entre los de igual rango. La mejor de colocar a los invitados, sobre todo si la cena es con muchos invitados , es la colocación de tarjetas con el nombre.
De esta manera indicamos de forma clara y precisa el lugar que le corresponde a cada invitado. Una de las mayores dudas a la hora de distribuir a los invitados es la utilización de mesas de forma oval o redondas. Las presidencia están muchos menos claras, por eso las tarjetas nos ayudan, para que la elección de los sitios no se convierta en un problema cuando llegan los invitados al comedor. A la hora de pasar al comedor, entra primero la señora de más categoría del brazo del anfitrión (se le ofrece el brazo izquierdo, salvo personas con uniforme, que ofrecen su brazo derecho). Le siguen los invitados por orden de importancia y entra en último lugar la anfitriona seguida del invitado de mayor importancia. Aunque este método es el oficial en comidas menos formales, es habitual que los invitados pasen al comedor sin seguir estas normas, que son muy protocolarias. Una vez que están todos los invitados en el comedor, debemos esperar a que las señoras de nuestro lado se sienten, para sentarnos nosotros. Y si no hay camareros que lo hagan, ayudaremos a mover la silla a las señoras de nuestro lado. El servicio de mesas aunque lo veremos con más detenimiento, se hace por orden de importancia, aunque es habitual empezar por las señoras y terminar por los caballeros, siendo la anfitriona la última en servir de las señoras. Se empieza a comer, cuando todo el mundo está servido ( en grandes banquetes, cuando al menos todos los comensales de nuestra mesa están servidos).